La votación con Blockchain se propuso como una forma de conseguir elecciones sólidas, a prueba de manipulaciones, y se han iniciado varios proyectos piloto en diferentes países para verificar la credibilidad del sistema.
Por ejemplo, el Partido Digital de Uruguay realizó un acuerdo con Aeternity para optimizar los procesos de participación de los ciudadanos en sus votaciones internas; se concentrarán en el modelo de “democracia líquida” y crearán una solución tecnológica para la recolección y validación de identidades de los participantes. Además, Uruguay también se ha interesado por usar la tecnología Blockchain en el sector de la salud y la educación.
Ahora, el gobierno de Colombia está considerando modernizar sus procesos electorales al adoptar tecnologías que fortalezcan, tanto la seguridad como la transparencia, de los procesos económicos y electorales públicos. Como era de esperarse, una opción fuerte es Blockchain.
Fabián Hernández, Coordinador de comunicaciones de la Misión de Observación Electoral (MOE), declaró que antes de que Colombia adopte Blockchain para las elecciones, debe implementar el voto electrónico, lo que genera diversos desafíos, más allá de la falta de voluntad política y económica; aunque su uso traería varios beneficios.
Por su parte, Jaime Leandro Velásquez Restrepo, quien escribió Blockchain de autor. Una herramienta de derechos para el pequeño autor digital, mencionó:
«Si el sistema genera una identificación del usuario y su voto, tendríamos un conflicto porque estaríamos empeorando los problemas de transparencia».
Esto podría generar problemas de anonimato. Hernández agregó:
«Es parte de la transparencia el saber quién votó por quién, que el voto se pueda auditar y ver, lo que supone un gran reto para garantizar la seguridad de los votantes».
