Monero [XMR]: Hard Fork se implementa con éxito, mala noticia para ASIC
La comunidad de Monero [XMR] no está en su mejor momento, pues varios Exchanges han retirado la moneda a causa de la Regla de viaje, del Grupo de Acción Financiera (GAFI). Sin embargo, por fin han tenido un respiro, ya que su red se actualizó con éxito al protocolo RandomX, un algoritmo de Proof-of-Work (PoW).
Los desarrolladores de Monero plantearon la idea de RandomX, que utiliza la ejecución de código aleatorio junto con técnicas de memoria dura para ser resistente a ASIC.
La red experimentó varias actualizaciones antes del Hard Fork, e incluso, en septiembre concluyó sus pruebas en una testnet privada. A principios de este mes, la red lanzó CLI v0.15.0.0 Carbon Chamaeleon, mientras instaba a los usuarios y Exchanges a continuar con la actualización.
El Grupo de Trabajo Comunitario de Monero realizó una transmisión en vivo en YouTube poco antes de que se realizara la actualización. Los desarrolladores afirmaron que fue optimizada para CPUs, de manera que la red sea más descentralizada.
Riccardo Spagni, alias FluffyPony, el principal responsable de Monero, abordó el tema y declaró en la transmisión en vivo que RandomX era el camino a seguir. Sin embargo, aclaró que la comunidad no estaba obligada a hacerlo y continuó:
“Creo que este es sólo otro punto de control para demostrar que Monero está descentralizada. Ya sabes, es un patrón de hechos muy reales».
Hace poco, se dio a conocer una advertencia de seguridad sobre Monero, en la que posiblemente los archivos binarios de la CLI estaban en peligro. El equipo afirmó que se examinó el problema y, a pesar de los obstáculos, el Hard Fork se ejecutó con éxito.
Por su parte, Monero Outreach tuiteó:
“¡Felicitaciones a la comunidad @Monero por lo que parece ser una actualización exitosa de la red! Aquí hay un potencial de varios años para una red libre de ASIC. ¡Una CPU, un voto, gracias a #RandomX!”
Parece un hecho que Monero no piensa detenerse a causa de la Regla de viaje y sus implicaciones, aunque si las autoridades regulatorias siguen apretando la soga alrededor del cuello de las monedas de privacidad, quién sabe cuánto más puedan resistir en realidad. Como suele suceder en el criptoverso, todo dependerá de la adopción de la comunidad.