El precio de bitcoin [BTC] cayó en picada el 24 de septiembre, en más del 14%, hasta los $8,378.01 dólares. Luego tuvo otro deslizamiento que la dejó en $7,813.39 USD. Debido a esto, el pánico se apoderó del mercado; se liquidaron contratos de derivados de bitcoin por valor de $643 millones de dólares en BitMEX.
Los productos derivados incluían opciones y futuros, los cuales han ganado popularidad en los círculos de criptocomercio. Según una investigación realizada por Chainalysis, en 2019 se negociaron más de $23 mil millones de dólares.
Debido a tales caídas, muchos países están tomando medidas contra las criptos. Japón, por ejemplo, ha estado considerando estrictos requisitos de registro; mientras, Hong Kong ha desalentado a los inversores minoristas a acceder a los fondos de cripto.
En el último desarrollo, la Autoridad de Conducta Financiera (FCA) del Reino Unido, ha estado persiguiendo una prohibición general de la venta de criptoderivados a inversores minoristas.
La decisión sigue el conocimiento de los importadores que compran derivados para salvarse de las caídas en sus monedas locales. A pesar de que las criptos aún no han adquirido el título de monedas y tienen casos de uso limitado, los vendedores ambulantes de derivados no pueden reclamar que sus mercancías son necesarias para fines de cobertura.
Por lo tanto, la mayoría de los derivados se comercializan como productos de inversión. La naturaleza volátil del criptomercado no asegura el aumento de los precios y, con una fuerte correlación entre las criptos, la demanda puede no siempre derivarse del uso, sino de la exageración.
Según The Economist, las búsquedas de Google son un proxy, como se destaca en el cuadro a continuación.
Fuente: The Economist
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El informe decía:
“El trading delgado significa que los precios difieren ampliamente entre los Exchanges, lo que los convierte en una mala referencia para los contratos de derivados. La falta de liquidez también amplifica los cambios: bitcoin es cuatro veces más volátil que los productos físicos peligrosos”.
La FCA cree que los novatos de cripto no entienden esto, lo que ha costado una pérdida total de $492 millones de dólares en derivados de cripto desde 2017 hasta finales de 2018.
Otros dos factores que contribuyeron a grandes pérdidas fueron el apalancamiento y los altos costos de trading. Además de que la prohibición general puede reducir las pérdidas hasta en £234 millones al año. Sin embargo, muchos no están de acuerdo con este proceso de pensamiento.
Jacqui Hatfield de Orrick, un bufete de abogados, lo llamó una reacción instintiva y dijo:
«Los criptoderivados son tan riesgosos como otros derivados».
La prohibición podría llevar a los usuarios a las criptomonedas no reguladas y, según Danny Masters de CoinShares, los reguladores no deberían decidir qué tecnología puede prosperar o fallar.
Sin embargo, es el deber de la FCA proteger a los consumidores y con la tasa de criminalidad asociada con las criptomonedas que se niegan a disminuir, este papel se está volviendo cada vez más importante.
