El G20 y grupo financiero se unen para analizar las stablecoins

Según los líderes del G20, de momento, los criptoactivos no representan una amenaza para los sistemas financieros mundiales; aunque los dirigentes permanecen como «vigilantes» del criptoespacio, muchos banqueros también se oponen abiertamente a la introducción de «stablecoins globales». 

Según el último informe publicado por la Junta de Estabilidad Financiera (FSB), las “stablecoins globales” pueden plantear una serie de problemas; amenazar la estabilidad financiera, la protección de los consumidores e inversores, la privacidad y la protección de los datos, incluyendo la sustitución de las monedas nacionales (fiat).

Establecimiento de un grupo de trabajo

El informe indicó que el trabajo de la FSB en las stablecoins es una forma de presentar el trabajo de la entidad para promover un sistema financiero global resistente y evitar la fragmentación. 

La FSB ha formado un «grupo», al que se le ha asignado la tarea de examinar los problemas regulatorios relacionados con las stablecoins, al tiempo que considera las perspectivas de las economías y los mercados en desarrollo. Este grupo «informará los enfoques políticos» para producir beneficios en la tecnología, al tiempo que abordará los riesgos asociados con ella.

Además, el grupo de trabajo del G7 ha evaluado los pros y los contras de las stablecoins globales y entregará su informe a la FSB.

Éste también detalló los desafíos potenciales que las stablecoins podrían representar para la integridad financiera, en términos de cumplimiento de Antilavado de Dinero, Contrafinanciamiento del terrorismo y Conoce a tu cliente (AML, CFT y KYC), incluyendo la mitigación de la evasión fiscal, la competencia leal, la política antimonopolio; la integridad del mercado, la gobernanza sólida, eficiente; la ciberseguridad y los riesgos operativos, etcétera.

Si bien reconocen el hecho de que las innovaciones tecnológicas pueden tener el potencial de ampliar el sistema financiero existente y la economía en general, los líderes del G20 expresaron:

“Las stablecoins globales podrían ofrecer un vehículo para pagos y remesas internacionales. Los proyectos de stablecoin, de alcance y magnitud potencialmente global, deben cumplir con los más altos estándares regulatorios y estar sujetos a supervisiones prudenciales”.