En 2018, Mark Zuckerberg se sentó frente al Congreso de Estados Unidos, pálido y silencioso, para responder por la falta de privacidad de los usuarios de Facebook, su red social. No ha pasado mucho tiempo desde entonces, y parece que Zuckerberg aprendió su lección: poner a otra persona a dar la cara por su compañía.
El elegido fue David Marcus, representante de Calibra, la cartera digital de la criptomoneda de Facebook, Libra. Este proyecto ahora se vende con la imagen de ser una luz brillante para las democracias de todo el mundo.
Al principio, Libra era la solución para los «no bancarizados» del mundo. Tras la negativa regulatoria fulminante, el discurso cambió a cuestiones filosóficas que se basan en enfrentar a occidente contra el oriente.
Marcus, en una entrevista con la estación de radio pública suiza, Radio Télévision Suisse, el 18 de septiembre, pidió a occidente que tome Libra, antes de que lo haga China.
Recientemente, el Banco Popular de China (PBoC) ha declarado que su «yuan digital» ha estado en una fase de desarrollo durante los últimos cinco años, alarmando a las economías competidoras. Marcus, presumiblemente en un intento por avivar esta llama, se sumó a sus afirmaciones y calificó el proyecto chino de «riesgo real»:
“China marcha hacia un renminbi digital. Y lo que realmente no se entiende es que la gente piensa que esto es sólo un proyecto doméstico para China. En realidad, es mucho más ambicioso, quiere reemplazar ciertas redes financieras».
El ex presidente de PayPal argumentó que la necesidad de Libra es primordial, dada la forma en que Internet se está fraccionando: del «Mundo Libre» y del «estado de vigilancia».
Lo increíble es que David Marcus cree que Facebook pertenece al Mundo Libre, cuando la compañía ha demostrado, sistemáticamente, lo contrario.
El espionaje de Facebook vendido como aliado
El sistema financiero también desconfía de este «fraccionamiento». Según Marcus, los Estados Unidos y sus aliados actualmente tienen la «capacidad» de hacer cumplir las «sanciones» que los sistemas financieros respetan. Estos, si se desafían, conducen a «problemas con enormes consecuencias» para el mundo.
Marcus espera que Facebook y Libra sean el precursor de este mundo financiero fraccionado, uno que se opone a la vigilancia de una figura similar a Big Brother y que pueda defender los valores del Mundo Libre. La ironía aquí, es interminable.
Sobre el tema de otros miembros del «Mundo Libre» que no permiten que Libra opere dentro de su país, específicamente Francia y Alemania, Marcus también abordó sus preocupaciones.
Afirmó que Libra tendrá un esfuerzo de «colaboración» con el Banco Central y los reguladores del mundo, en lugar de ser una espina en su costado. Los reguladores han cuestionado las perspectivas de Libra en términos de lavado de dinero, manipulación de la política monetaria, privacidad e inestabilidad financiera.
Para terminar, Marcus declaró:
“[Libra] podría ser un instrumento de desarrollo, que permite al Mundo Libre de las naciones occidentales preservar la influencia que, en mi opinión, es necesaria para mantener un buen equilibrio en el mundo».
