En el criptomercado, bitcoin [BTC] es el rey indiscutible de las criptomonedas. Sin embargo, cuando se plantea el tema de las Altcoins, Ethereum [ETH] toma la corona.
Se trata del segundo activo más grande en la industria; la mayoría de los inversores que no son de bitcoin acuden a ETH para diversificar sus carteras. BTC se denomina popularmente como «oro digital», mientras Ethereum es el «petróleo digital».
Pero resulta que ETH está ganando una nueva identidad como forma de dinero, ya que las DeFi están lanzando aplicaciones en su Blockchain.
Un análisis reciente de Longhash examinó el caso de uso de ETH. Sugirió que la mejor manera de rastrearlo era por el porcentaje de transacciones en la red con el token nativo.
Los ERC-20 han registrado un aumento gradual en términos de transacciones y se están volviendo prominentes que la transferencia de ETH. En enero de 2018, su porcentaje era inferior al 25%, pero han contribuido a casi el 50% de las transacciones de 2019.
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La Blockchain de Ethereum también registró el uso de Tether [USDT] en su red, y se convirtió en el token no nativo más popular. Antes, USDT estaba involucrado con el protocolo Omni basado en la Blockchain de BTC, pero se produjo una migración hacia la plataforma ETH.
Se cree que existe la posibilidad de que Ethereum pueda procesar más transacciones de stablecoins por día, que la propia ETH. Según datos recientes, el volumen de transacciones de USDT fue casi el doble del de Ethereum; el 9 de septiembre se procesaron 271.805 ETH en comparación con 178.046 USDT.
Una de las mejores métricas identificadas para definir el caso de uso de un activo específico es la volatilidad. Los datos sugieren que la de ETH ha disminuido de más del 10% a menos del 5%, en el momento de la redacción.
En un comparativo directo con bitcoin, Ethereum aparece con algunas deficiencias. El recuento de transacciones ERC-20 ayudó a superar las de BTC.
Ethereum ha sido menos volátil que BTC durante el verano de 2019, y septiembre ha sido un mes particularmente bueno para ETH. Pero todavía es incierto si puede superar la ventaja de bitcoin y su popularidad generalizada como una reserva de valor.
