Hace unos días, los hackers que atacaron Upbit, un importante Exchange de Corea del Sur, se fueron con Ethereum [ETH] por un valor de $51.7 millones de dólares. Desde el hackeo, la comunidad se ha unido para rastrear el movimiento de fondos y llegar a los cibercriminales.
El 3 de diciembre, Whale Alert avisó a la comunidad sobre el movimiento de una suma de 11,001 ETH, es decir, ~$1,639,222 millones de dólares.
El movimiento de los fondos vio dos transacciones, hasta el momento de la redacción. Una fue de pequeña, de 1.001 ETH, que se sugirió, podría ser de prueba.
Sin embargo, la segunda transacción tuvo un valor de 10,000 ETH. La cuenta desde donde se han enviado las transacciones ha sido reconocida como propiedad de los hackers, con la dirección 4d53dad4b3552710ac276fa7f7ba944554c1cace. Ambos envíos llegaron a la misma billetera: 519a3b21130eb8496f7a8e4782fa3106ae4cff27.
Los siguientes son los hash de estas transacciones:
Fuente: Whale Alert
Fuente: Whale Alert
¿Intento genuino o engaño?
La cartera receptora sólo reveló que el saldo de la cuenta fue de 11,001 Ethereum. Sin embargo, esta no fue la única vez que los hackers intentaron mover los fondos.
El 28 de noviembre, dividieron transacciones que iban desde 10 ETH a 100,000 ETH. Se reconoció que la dirección de la billetera era 0xa09871AEadF4994Ca12f5c0b6056BBd1d343c029. Aunque parece que todo se trataba de un engaño, ya que las transacciones nunca se completaron y aún están pendientes.
El valor de estas operaciones era mínimo: 0.00001337 ETH; algunos comentaron que significaba «leetspeek», un pseudo-lenguaje usado por «hackers de élite».
En lo que va de 2019, Upbit fue el séptimo Exchange en ser hackeado, y sus funciones permanecen suspendidas desde entonces, aunque la plataforma aseguró a sus usuarios que cubrirían los fondos robados.
Es relevante mencionar la importancia de no dejar grandes fondos en los Exchanges y, de preferencia, almacenar las criptomonedas en alguna cartera fría para evitar fuertes pérdidas, ya que no todas las plataformas han tenido la capacidad de reemplazar las criptomonedas robadas a los usuarios.
